Algo de calma

El título, ha veces no dice nada y otras dice mucho, en este caso pues nada de vinculaciones con lo que voy a decir, solamente que después de la semana pasada sin que fuera tempestuosa, si se salió de lo normal en mí. Ya pasado el ecuador de esta nueva, todo sobre ruedas y como siempre sin grandes sobresaltos, parece que esa palabra me gusta bastante, jajajja. Después de una tarde revuelta, primaveral donde las haya y de mi paseo habitual por el paseo de Laredo, ni que decir tiene que es maravillose, dejándose llevar por la orilla de la playa Salvé. Una vez que el cuerpo me quedó, digamos como muy bien, una mano de tapaporos para una puerta de madera de pinotea y como que parecía un atracador de bancos del Oeste. Todo eso para no tragarme los efluvios que en el día de ayer, me quise quedar con ellos y la verdad que no lo pase muy bien. Toda vez que la pintura no es mi fuerte y después de un rato de asueto delante de mi LG, me dispuse a meter mano en el más sentido estricto de la palabra a una pata de jamón de Teruel, el cual me estaba mirando ansiosamente, sin pensarlo dos veces, comencé a darle tajos a diestro y siniestro hasta que el fondo del plato, dejo de verse.
No sigo con los detalles del picoteo, no sea que a estas horas, alguién que no haya cenado le entre una especie de solengua y sea peor el remedio que le enfermedad y claro, el caso es que esta página es para de alguna manera pasarselo bien, no para que nadie le de un espasmo. Por lo que continuo de nuevo con mi LG Flatron, para de alguna manera intentar pasarlo muy bien y como no al ser posible con una buena compañía.