Pues sí, como si de una carretera se tratara así me siento con mis paseos. Llenos de curvas, baches y como no, llenos de eventualidades. A través de ellos, sorteando como mejor se ha podido hemos llegado hasta aquí. Por eso en estos momentos, la parada en un área de servicio regularmente para poder repostar. Cargarse de esa energía que en este caso, menos mal, es positiva como casi siempre sin poder precisar si en algún contratiempo de la ruta ha sido al contrario.
Creando una pequeña historia en el transcurrir de la ruta, pasos calmados, acelerados y algunas veces ralentizados dan al camino otro aire. Mirando siempre hacia adelante, pero sin dejar de mirar hacia atrás, recorriendo todos los pasos, sin dejar nada. Notando en el día a día la madurez dejando muchas cosas en el camino. Observando muchas veces en la orilla del camino, como se iban quedando nuestras cosas, inservibles en algunos casos, alegres por ello. Apenados muchas veces, tristes y casi rotos muchas, sintiendo que no padeciendo esos momentos.
Aquí seguimos mi mente y yo, con no demasiados sobresaltos, con no demasiados sustos, calmados y sosegados. Ávidos de pocos contratiempos para seguir adelante como hasta este momento.
Creando una pequeña historia en el transcurrir de la ruta, pasos calmados, acelerados y algunas veces ralentizados dan al camino otro aire. Mirando siempre hacia adelante, pero sin dejar de mirar hacia atrás, recorriendo todos los pasos, sin dejar nada. Notando en el día a día la madurez dejando muchas cosas en el camino. Observando muchas veces en la orilla del camino, como se iban quedando nuestras cosas, inservibles en algunos casos, alegres por ello. Apenados muchas veces, tristes y casi rotos muchas, sintiendo que no padeciendo esos momentos.
Aquí seguimos mi mente y yo, con no demasiados sobresaltos, con no demasiados sustos, calmados y sosegados. Ávidos de pocos contratiempos para seguir adelante como hasta este momento.