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Las conversaciones con los hijos, siempre (no digo casi siempre) te hacen reflexionar, es evidente la diferencia de edad, se hace palpable y sobre todo en estas edades. Es por eso que siempre después de una conversación con ellos, llega la reflexión. Sin querer y no es pedantería, te gustaría tener su edad (pobrecillo), pero te das cuenta rápido y aterrizas.
Continuado con la conversación y analizando sus inquietudes, parece como si ya quisiera tener andado lo que todavía le falta por andar, que cosas, a mi me pasa al contrario que me gustaría algunas veces desandar (me rio), jolines que me gustaría, físicamente es imposible, pero no te digo nada.
Bien es cierto que cada uno en su sitio, es como mejor se está, pero no queda más remedio que......bueno como se diga, ponerse en su lugar y analizar su situación. Justo, es lo que me ha pasado a mí esta tarde y es lo que intento contaros, no con mucho éxito porque no creáis que es fácil ponerse en la piel de un joven de 25 años, con la carrera terminada y yendo de puerta en puerta con tu título recien estrenado a pedir limosna (perdón trabajo), para que alguién se aproveche de tus conocimientos y te de unas migajas.
Si volvemos a analizar y sin ánimo de nada su vida vivida en esta vida (valga no se que), nos encontramos con que después de eso vivido, padecido, sufrido y varios avatares más, se encuentra en la situación que anteriormente os dije. Títulos y todas esas cosas que las tienes y que al final, solamente es eso (las tienes), por lo demás, volvemos al principio. Que esto que os cuento, le pasa a muchos, la verdad no me sirve de casi nada.
En fín, dado que ha llegado la hora y me tengo que ir a pasear con la jefa, por eso de todas esas cosas que ahora no se como se dicen, pero que están ahí, que son muy buenas, me voy a pasear. Si sirve de algo, pues bien, sino, solamente nos queda animarles para que sigan adelante, que todavía son muy jóvenes y que ni se les ocurra intentar el ser más mayores de lo que son. He intentado decir algo y posiblemente no me haya salido nada, tampoco importa, el pensamiento esta ahí y creo que es lo que cuenta.
Continuado con la conversación y analizando sus inquietudes, parece como si ya quisiera tener andado lo que todavía le falta por andar, que cosas, a mi me pasa al contrario que me gustaría algunas veces desandar (me rio), jolines que me gustaría, físicamente es imposible, pero no te digo nada.
Bien es cierto que cada uno en su sitio, es como mejor se está, pero no queda más remedio que......bueno como se diga, ponerse en su lugar y analizar su situación. Justo, es lo que me ha pasado a mí esta tarde y es lo que intento contaros, no con mucho éxito porque no creáis que es fácil ponerse en la piel de un joven de 25 años, con la carrera terminada y yendo de puerta en puerta con tu título recien estrenado a pedir limosna (perdón trabajo), para que alguién se aproveche de tus conocimientos y te de unas migajas.
Si volvemos a analizar y sin ánimo de nada su vida vivida en esta vida (valga no se que), nos encontramos con que después de eso vivido, padecido, sufrido y varios avatares más, se encuentra en la situación que anteriormente os dije. Títulos y todas esas cosas que las tienes y que al final, solamente es eso (las tienes), por lo demás, volvemos al principio. Que esto que os cuento, le pasa a muchos, la verdad no me sirve de casi nada.
En fín, dado que ha llegado la hora y me tengo que ir a pasear con la jefa, por eso de todas esas cosas que ahora no se como se dicen, pero que están ahí, que son muy buenas, me voy a pasear. Si sirve de algo, pues bien, sino, solamente nos queda animarles para que sigan adelante, que todavía son muy jóvenes y que ni se les ocurra intentar el ser más mayores de lo que son. He intentado decir algo y posiblemente no me haya salido nada, tampoco importa, el pensamiento esta ahí y creo que es lo que cuenta.
4 comentarios:
Es muy dificil saber si lo que decimos a nuestros hijos lo entienden,nosotros tenemos que hablarles de la vida y de lo que se encontrarán cuando vuelen del nido.Ahora los tenemos en casa y ellos no tienen ganas de volar,se vive muy bien en casa de los papis con la mesa puesta y la ropa a punto,así nunca se irán.Pero como decimos los padres...son nuestros hijos..
Estoy totalmente de acuerdo contigo, solamente pensaba en voz alta. Besitos
Buenas noches...
Buscando algo sobre Milan kundera y "La insoportable levedad del ser" me he tropezado gratamente son su blog, yo tambien escribo o lo intento, esta noche iba a mencionar ese libro en un escrito y por eso lo he encontrado a usted, lo definido muy bien, lo leí hace muchos años,soy joven, tengo 29, pero la verdad, es que es un libro que te ayuda a reflexionar a aprender sobre la complejidad del ser humano y de las relaciones...solo quería decirle que estoy deacuerdo con usted y si me permite,
decirle tambien que yo no soy una joven como su hijo con prisa con andar, en eso quizas tambien me parezca un poco a usted, yo salí pronto de mi casa, sin titullo bajo el brazo, pelee por tenerlo después, mis padres me han ayudado a su manera y estoy orgullosa de ellos...y de mi, pero pienso como usted, me encantaría andar despacio, y q mi hija, de 4 añitos, andara mas despacio todavía, jeje...pero ella tiene prisa, aunque no seré yo quién le corte las alas, porque ella ha nacido para ser feliz y si así lo es??
quién demonios soy yo para impedirselo??
Su hijo no pide limosna, es en lo único que no coíncidimos, su hijo se abre camino.
Un saludo.
Maika.
Hola Maika, gracias por tu comentario, me gustaría que me mandases tu dirección para poder opinar sobre tus escritos. Saludos para tí.
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