Vuelve ETA

En la recta final del mes de agosto, con un verano dando los últimos coletazos y un fin de semana cargado de calor y de noticias, la llegada de este lunes es preocupante, en el cual la prensa diaria se hace eco de el resurgir de los asesinos. Nada menos que cuatro comandos "que valientes", para intentar hacer una masacre por nuestra geografía. La esperada noticia ha llegado, armados hasta los dientes para enfrentarse a los ciudadanos ajenos y desprevenidos en cualquier lugar, vuelvo a repetir, que valientes señores.

Lo malo de estos avisos, es que casi siempre son verdad si bien es cierto que se han debilitado bastante, la capacidad para matar está ahí, con todo su potencial, con toda su maldad para hacernos llegar el sufrimiento. No solamente el sufrimiento de las víctimas sino el de todas las gentes de bien que en estas épocas estivales se encuentran ociosas y ávidas de disfrute, las cuales se pueden encontrar en el camino de estos asesinos engrosando con ello la interminable lista de muertos que tienen a sus espaldas. Lamentable expresarse en estos términos pero es lo que nos toca vivir, siempre con la esperanza puesta en que esto tiene que acabar, no sabemos cuando ni cuanto durará. Creo que una unión entre nuestros políticos (todos), sin fisuras y con ánimo de terminar de una vez, con unos planteamientos democráticos seguros, sin temor y aislando a los que no quieren hacer nada por remediarlo. Asimismo llevando a cabo una acción policial conjunta encaminada a poner en su sitio a los asesinos, amparados por un Código Penal acorde a la gravedad de los hechos sin que haya ningún resquicio por donde se puedan escapar sin llevar el merecido castigo.
Termino con la esperanza de que el Estado de Derecho con unos poderes más que suficientes para acabar con esta lacra asesina ponga todo su empeño y tesón para que en lo posible no tengamos más víctimas. La sociedad demanda contundencia con los asesinos, para que con esa contundencia, esa unión entre todos y el resto de acciones podamos ver en un futuro al ser posible no muy lejano, como se vive en paz.
Uno de los vehículos calcinados tras el atentado de ETA en Durango. (Foto: Iñaki Andrés), sacado de El Mundo.