Le dijo Don Quijote a Sancho, en este caso parece que nos pasa lo mismo. Cuando creía (que cosas creo) que la sombra de un tal Setién, obispo de San Sebastián ya había pasado y pensé que la Iglesia vasca seguía dentro de la corriente del resto de nuestra Iglesia, acatando las directrices de Roma, pues no, resulta que ha salido otro inspirado. Está muy bien seguir corrientes nuevas, que den un aire fresco a lo que a veces, puede parecer caduco, pero no es este el caso. Que la homilía del 31 de julio no tiene desperdicio, eso no lo discute nadie. Pero resulta que en la misma, a monseñor no se le ocurre otra cosa que meter a todos en el mismo saco, como se dice regularmente, mezcla "las churras con las merinas", liando tal desaguisado que así a simple vista, parece de risa.
El sufrimiento de las víctimas de terrorismo, según este señor por decir algo, es el mismo que los presos etarras, separados de sus hogares o de sus familias, sufriendo con sus desdichas o de los asesinos huídos de esta presión que les hace imposible estar en este país. Pobrecillos ellos, trashumantes, perseguidos como si de un éxodo se tratara. La Iglesia, debería desmarcase de estos sujetos o por lo menos, decir algo a favor de los que realmente sufren, de los que realmente padecen, de los que realmente son los amenazados día a día por no comulgar (nunca mejor dicho), con las ideas de estos inspirados. Inspirados ellos hasta tal punto que salvarán al pueblo vasco, llegando hasta tal extremo que buena parte de ese pueblo, esta viviendo bajo las amenazas, extorsiones y otros tipos de avatares.
Prediquemos lo que haga falta para vivir en paz, en libertad, en el respeto mútuo y dejemos de promulgar la confrontación del pueblo contra el pueblo, eso nos puede llevar a unos estados, nada deseables. Libertadores, salvadores y otros tipos de gentes de esas, creo que hoy por hoy, nos sobran.
Todo este paquete que os he metido, viene a cuento de lo que he leído por ahí. Uno no es tan aficionado a las homilías, como para ir buscando los dimes y diretes de las citadas. Solamente en algunos artículos de prensa y radio, se hacían eco de esta noticia. Para leer la homilía, no tienes nada mas que
pinchar aquí, está en euskera y varios fragmentos en castellano.