
Mucho se ha dicho de la luna llena, no voy a entrar ahora a disertar sobre ello, pero si es verdad que el estado de ánimo nos cambia muchas veces sin motivo aparente, a mi por lo menos me ha pasado sin grandes sobresaltos (menos mal). Si todo eso es por culpa de la luna, no discuto, es cierto que muchas cosas se ven influenciadas por su efecto, ¿por que no ibamos a ser nosotros también?. De las otras historias escalofriantes, pues igual si, habrá estadísticas, pero para eso esta el Google que iba a ser de nosotros sin él, le metes la palabreja en cuestión et voilá, todo lo relacionado con ella, juer que invento.
Con sus mejores galas... Noviembre se vestía
las hojas de los árboles el campo matizaban
las románticas aves sus trinos entonaban...
y aquella realidad... un sueño parecía.
¡¡Era ella, sin darme apenas cuenta en mis brazos la tenía!!
y con mis manos incrédulas su piel acariciaba...
ansioso como un loco sus labios rojos le besaba
Y más que besarlos... los mordía.
¡¡Era ella!! que como una visión se me presentaba...
yo creer a mis ojos... casi que no podía...
y debajo de aquel árbol que nos cobijaba
nos dimos al amor... por primera vez... aquel día.
Los dos nos entregamos... porque en los dos ardía
un torrente de amor como una hoguera...
y sobre aquellas hojas que el viento del otoño desprendía
ansiosos los dos... nos dimos al amor por vez primera.
La brisa del otoño cruzaba nuestros rostros
para hacer aquella tarde aún más bella...
y después que nos fuimos... dejamos... de nosotros...
allí sobre las hojas... de nuestro amor... la huella.
Poesía de Félix Pagés Romeo
las hojas de los árboles el campo matizaban
las románticas aves sus trinos entonaban...
y aquella realidad... un sueño parecía.
¡¡Era ella, sin darme apenas cuenta en mis brazos la tenía!!
y con mis manos incrédulas su piel acariciaba...
ansioso como un loco sus labios rojos le besaba
Y más que besarlos... los mordía.
¡¡Era ella!! que como una visión se me presentaba...
yo creer a mis ojos... casi que no podía...
y debajo de aquel árbol que nos cobijaba
nos dimos al amor... por primera vez... aquel día.
Los dos nos entregamos... porque en los dos ardía
un torrente de amor como una hoguera...
y sobre aquellas hojas que el viento del otoño desprendía
ansiosos los dos... nos dimos al amor por vez primera.
La brisa del otoño cruzaba nuestros rostros
para hacer aquella tarde aún más bella...
y después que nos fuimos... dejamos... de nosotros...
allí sobre las hojas... de nuestro amor... la huella.
Poesía de Félix Pagés Romeo
2 comentarios:
De la luna se pueden decir muchas cosas y sí,nos afecta en mayor o menor medida,como también influye en las mareas.
Muy bonita la poesia que nos has dejado aquí para leerla,te doy las gracias por ello.
LA LUNA ,ESA GRAN DAMA QUE NOS ILUMINA CON SU GRAN BELLEZA NADIE SE QUEDA INDIFERENTE AL COMTEMPLARLA ES MAS LA VES SIN MIRARLA.
UN SALUDO DE GALICIA
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