Tiene gracia la cosa, después de la crisis que estamos viviendo, en las que muchas familias lo están pasando realmente mal, resulta que los hoteles han sacado descuentos para los parados, sí, como lo estáis oyendo. El caso y lo más sangrante es que todavía hay muchos parados que se acogen a estas ofertas para pasar las minivacaciones de Semana Santa.
Si querer hacer grandes ánalisis de la noticia, siempre pueden existir los defensores de aquellos que al estar en el paro se quedan sin poder disfrutar de sus días de asueto, pobrecillos que no pueden acceder a unos días en un hotelito en la playa. Pero creo que la mayoría estarán de acuerdo que ante tal situación, lo mejor sería atarse el cinturón, ser serios y austeros y esperar a que cambie la cosa. O sea, por el momento quedarse en casita y veremos lo que pasa.
Seamos serios, no tiene sentido que ante estos casos de una manifiesta inestabilidad en todos los aspectos laborables, unos intentamos capear la situación de la mejor manera posible y los otros a tirar el poco dinero que de seguro tienen. Ya no digo ahorrar, sino solamente dejar de hacer gastos innecesarios que nos puedan llevar a una situación insostenible. En lo referente a los otros, serán los primeros en lanzarse a la calle para pedir pan para sus hijos. En fin, así somos o por lo menos, así es como escogemos ser.
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