De nuevo Rufino

El decir de nuevo Rufino no es ninguna utopía, es plantearse un día y otro pasar por su casa, estar allí, vivir esos momentos o sea, dulces momentos en los cuales el tiempo es como sino existiera, nunca mejor dicho. Y hablando del tiempo, esta tarde me encontraba en casa "Rufino" y justo enfrente de mí se encontraba un curioso reloj marcando la hora al revés; a mi lado una pareja entrada en años, la señora decía: "Rufino" que hora tiene ese reloj? y se quedó tan tranquila.
No me canso de repetir que cuando entras en ese pintoresco lugar, obviamente para pasar un ratillo, delante de un porron de vino clarete, un plato de buen embutido o saborear sus quesos o sus raciones calientes. Pero con toda la importancia que tiene mantener contento a nuestro estómago, no tenemos que olvidarnos de la importancia que tiene pedirle la cuenta a Rufino, siempre con la mirada atenta de Tere, siempre dispuesta a venderte unas cremas (para la cara, para las quemaduras), o cualquier otro alimento de la zona. Destacar los vástagos de la taberna que con su buen hacer dan un toque en la misma. Marco, el "alma mater" de la taberna, relaciones públicas sin parangón, como todos amable con sus clientes destacando entre los demás, pero por supuesto y desde aquí un saludo para todos.